El pie de limón es una receta que hago desde niña. Recuerdo estar en la cocina de mi abuela mientras mi tía me enseñaba a prepararlo y es una de mis recetas favoritas por los recuerdos que hay detrás de ella. Pero más allá de mis lazos afectivos con ella. Es, en realidad, uno de los postres más sencillos de hacer en casa.

Por lo mismo es de los más vendidos junto al flan napolitano y las gelatinas en los puestos improvisados de postres que vemos en las calles de la ciudad. Es dulce, con sabor a limón y ese toque un poco más firme que le da la galleta hace el juego de texturas perfecto. Sabemos que galleta y limón es un hit para esta época calurosa, pero ¿cómo hacer más rico nuestro pie?

Pues podemos probar agregando queso crema y ralladura de limón a nuestra clásica mezcla y obtendremos un resultado más cremoso y con más presencia del limón. Porque si es de limón a eso debe saber. Es bastante sencillo y sólo necesitamos un rallador y apartar dos limones de los que ya teníamos pensado usar. Ponemos en la licuadora leche condensada, leche, vainilla y una barra de que queso crema.

Tomamos nuestro rallador y comenzamos a quitar la parte verde de la cascara de nuestros limones. Hay que tener cuidado de no tocar la parte blanca porque puede amargar nuestro pie y dejaría de ser agradable al paladar. Ya que tenemos pelados nuestros dos limones, entonces sí procedemos a cortarlos y poner su jugo en la licuadora con todo lo demás.

Cuando esté todo mezclado probamos para ver si nos agrada el sabor o le falta más limón. Algo que hay que tener en cuenta es que la ralladura de limón no se sentirá tanto al principio, pero después de una noche en el refrigerador surgirá su sabor. Así que hay que tener cuidado de no agregar demasiado jugo. Por último, si lo deseas puedes sustituir la leche por leche evaporada. Le dará un poco más de dulzura a tu pie. Sin más, les dejo mi versión favorita de esta receta aquí abajo.

INGREDIENTES

• 6 u 8 limones
• 1 lata (387g) de leche condensada
• 387g leche
• 5g (1 cdta) esencia de vainilla
• 2 paquetes de galletas maría
• 180g (1 barra) queso crema

PROCESO

Vacía la leche condensada en la licuadora y aprovecha la lata para medir que la cantidad de leche sea la misma. Después agrega el queso crema y la vainilla. Ralla la cáscara de dos limones y después agrega el jugo de seis de los limones y licua. Prueba la mezcla y si todavía le falta limón agrega los otros dos.

Una vez lista la mezcla, en un refractario, haz una capa de galleta maría y una de mezcla y ve alternando hasta terminarte la mezcla. Recuerda que la última capa debe ser de mezcla y asegúrate de no apretar mucho las galletas para que no queden secas y absorban bien la mezclar de limón. Por último, lleva al refrigerador por toda una noche y al día siguiente estará listo para compartir después de la comida.

Hasta pronto,

les deseo muchos momentos dulces.