Porque estamos en el mes de Halloween decidimos dedicarle todo el mes a este tema. Es cierto que en México no se celebra tanto como en Estado Unidos pero sin duda nos llega su influencia y los niños salen a pedir dulces este día. Pero sólo vemos el lado comercial de la festividad. Nuestros padres no nos hablaron de esta tradición y nos enseñaron la parte espiritual de está como lo hacen con el Día de muertos. 

Lo que no sabemos es que sus orígenes son, en realidad, muy parecidos a los de nuestra festividad. Pues no sólo se trata de vestirse de monstruos para ahuyentar a los malos espíritus. En su origen, Halloween era Samhain. Una festividad celta que en gaelico significa “final del verano”. Se festejaba entre el 31 de octubre y el 7 de noviembre. Era un tiempo en el que los espíritus, nuestros ancestros y las hadas podían cruzar y caminar libremente entre nosotros. 

Pues se creía que en estás fechas el velo entre el mundo físico y el mundo espiritual era muy delgado por lo que era fácil pasar de un lado al otro. Suena como nuestro Día de muertos, ¿no? Pues sí, en las aldeas las festividades empezaban desde una semana antes. La cosecha era abundante, había juegos de todo tipo, festines todos los días y los padres animaban a sus hijos para que salieran a jugar con las hadas.

La energía de las aldeas era alta y los sacerdotes y sacerdotisas celtas hacían hogueras enormes donde lanzaban hechizos para mantener a los malos espíritus fuera. Pero también era un momento para honrar a los antepasados fallecidos que aún vivían en el reino de los espíritus y todavía no empezaban su siguiente vida. A ellos los invitaban a celebrar con los vivos y a compartir la mesa una vez más. Samhain se festejaba en Irlanda, Escocia, Gales, Inglaterra, el norte de Francia, Alemania y en The Isle of Man. 

Pero está festividad se transformó después de la invasión romana, tal y como pasó aquí tras la llegada de los españoles. Los romanos festejaban la Lemuria una celebración de los muertos. Dónde se hacían ritos durante tres días para exorcizar los espíritus de los difuntos inquietos y evitar que dañaran a los vivos. Después con la instauración del catolicismo se convirtió en el Día de todos los santos. 

Éste se celebra el 1° de noviembre y es la fiesta solemne para los difuntos que han pasado del purgatorio y ahora gozan de la vida eterna en presencia de Dios. El 2° de noviembre se celebra la conmemoración de todos los fieles difuntos en honor de los fieles que han acabado su vida terrenal. A estás fechas se le conoce en habla inglesa como All Hallow Tide y así el 31 de octubre se volvió Halloween (víspera de todos los santos) una contracción de All Hallows Eve. 

Pero no todo está perdido, tal como no se perdió nuestro Día de muertos. Hoy en día hay grupos paganos que todavía celebran el Samhain. Un tiempo para celebrar a nuestros ancestros, sanar nuestro dolor por su partida y para comunicarnos con nuestros maestros espirituales, pero también es el año nuevo de las brujas. Una transición entre un final y un nuevo inicio. Pues la tierra muere, comienza a dormir y seguirá haciéndolo durante los meses de invierno para prepararse y renacer con la primavera del siguiente año.

Finalmente, les dejo una receta de dulce de calabaza o Chahualole como también se le conoce en algunas partes del país. Si bien no es una receta tradicional de Samhain, si es algo que vemos en nuestras ofrendas y, puesto que en Samhain también se le hace ofrendas a nuestros ancestros, creo que esta receta le irá de maravilla.