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Arroz con leche

Hablemos sobre repostería

Hola, queridos lectores, se que tiene tiempo que no escribo por aquí. Qué les digo, la inspiración se me fue. Esa musa caprichosa se escapo por mis dedos y no pude hacer nada al respecto. Pero ya estoy de vuelta y traigo nuevas ideas para ustedes. ¡Comencemos!

Hoy voy a hablarles del arroz con leche, una receta sencilla y muy mexicanizada, por lo cual creo que es perfecta para este mes patrio. No se ustedes, pero en mi familia nos damos una comilona espectacular el 15 de septiembre, tanto así que, normalmente, no tenemos espacio para postres. Así que me puse a pensar ¿Cuál sería una buena opción de postre para ese día? Tiene que ser algo “ligero”, rico y típico. Fue entonces cuando se me ocurrió: arroz con leche. Vamos, quién no lo ha visto en los puestos de postres en la calle o en un refractario en las fiestas de cumpleaños?

Todas nuestras abuelas tienen una receta familiar de este postre y, si son como mi familia, un vasito de arroz con leche es algo que fácilmente podrían comer. Así que no nos compliquemos la vida con un postre súper elaborado, la estrella de esta fiesta es la comida, el postre solo es el acompañamiento, pero no por eso es menos delicioso.

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Pero primero lo primero. Déjame contarte algo de la historia de este postre, pues es fascinante y refleja cómo la comida puede viajar y transformarse a lo largo del tiempo y el espacio. Aunque es difícil identificar un origen exacto, el arroz con leche tiene raíces en varias culturas antiguas.

Se dice que pudo haber surgido en India, China o Persia. En la India se prepara un dulce llamado kheer o payasam y estos platillos se preparan combinando arroz cocido, leche, azúcar y especias como cardamomo y azafrán. En la antigua China también existían preparaciones de arroz dulce que pudieron influir en las recetas que tenemos hoy en día. Asimismo, durante la Edad Media, en Persia, se combinaba arroz, leche, azúcar y algunas veces se utilizaban ingredientes como agua de rosas y especias para aromatizar la preparación.

Poco después, el arroz con leche llegó a Europa gracias a los intercambios culturales y comerciales que se dieron en la época. Debemos agradecerle a los comerciantes y viajeros que el día de hoy podamos disfrutar de esta receta, al igual que de muchas otras. Cuando llegó a Europa, estas recetas ancestrales se vieron enriquecidas con los ingredientes y gustos locales y se convirtió así en un postre popular.

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Lo cual no es de extrañar, porque sus ingredientes son fáciles de conseguir, incluso hoy en día. Lo que hace del arroz con leche un postre accesible y de bajo costo. En España, específicamente, se consolidó como un postre tradicional, es por eso que todos los países que alguna vez fueron sus colonias, hoy en día, tienen sus propias versiones de este. Cuando llegó a Latinoamérica, se enriqueció con la adición de canela, pasas y clavos de olor. Pero también podemos encontrarlos con otro tipo de frutas como mango o durazno e incluso chocolate.

En la actualidad, este postre popular que recorrió el mundo, es amado por muchos y las variedades que se tienen de él son el reflejo de toda una rica cultura. Lo mejor de todo es que se siguen creando nuevas versiones de este y podemos disfrutar de opciones veganas, sin lactosa, con citrícos, distintos toppings y especias, frío o caliente. Vamos, !el cielo es el límite!

Así que te invitó a despertar tu creatividad y experimentar con está receta. Abajo te comparto la receta mexicana tradicional, mi forma particular de hacerlo y te doy algunos consejos para que quede delicioso.

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Ingredientes

  • 1 taza de arroz (preferiblemente de grano corto o medio)
  • 2 tazas de leche (puedes usar leche normal, sin lactosa o una alternativa vegetal como leche de almendra o coco)
  • 1 taza de agua
  • 1/2 taza de azúcar
  • 1 ramita de canela
  • 1/4 cucharadita de sal
  • Canela en polvo para espolvorear (opcional)
  • 50g de pasas

Método

  1. Enjuagar el Arroz:
    • Lava el arroz con agua fría hasta que el agua salga clara. Esto ayuda a eliminar el exceso de almidón y previene que el arroz se vuelva pegajoso.
  2. Cocinar el Arroz:
    • En una cacerola grande, coloca el arroz y el agua. Lleva a ebullición a fuego medio-alto.
    • Reduce el fuego a bajo, cubre con una tapa y cocina a fuego lento durante unos 15 minutos, o hasta que el arroz esté casi cocido y haya absorbido la mayor parte del agua.
  3. Agregar Leche y Especias:
    • Añade la leche, el azúcar, la ramita de canela y la sal al arroz. Revuelve bien.
    • Cocina a fuego lento, sin tapar, durante unos 20-25 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo de la cacerola. Cocina hasta que el arroz esté completamente tierno y la mezcla tenga una consistencia cremosa. Si la mezcla se espesa demasiado, puedes añadir un poco más de leche.
  4. Finalizar:
    • Retira la ramita de canela, agrega las pasas y revuelve bien.
    • Tápalo y déjalo reposar unos 5 min.
  5. Servir:
    • Sirve el arroz con leche caliente o frío, según tu preferencia. Puedes espolvorear con un poco de canela en polvo si lo deseas.

Consejos Adicionales:

  • Textura: Si prefieres un arroz con leche más cremoso, cocina un poco más para que el líquido se reduzca más. Si te gusta más líquido, ajusta la cantidad de leche al final.
  • Adiciones: Puedes añadir pasas, nueces, o frutas frescas al final para darle un toque especial.

Esta es la receta tracional que solemos ver en muchas de las casas mexicanas, pero si te gusta experimentar con los sabores, entonces te invito a probar mi versión. A mí me gusta experimentar con las especias, pues si encuentras la convinación perfecta, de repente todo se llena de color. Así que lo que hago es añadir la ralladura de un limón, una pizca de cardamomo, y media raja de canela y sigo el método que te escribí aquí arriba. Finalmente, cambio las pasas por arándano y listo. Pruébalo y veras como todos los sabores se complementan de maravilla. Visita nuestras redes para ver el video de está receta.

¡Espero que disfrutes preparando y comiendo este delicioso arroz con leche!

Hasta pronto,

les deseo muchos momentos dulces.

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