Hoy les voy a contar un poco sobre la historia de el pan favorito de México: las conchas. Pues, si bien tenemos una gran variedad de pan dulce, e incluso hacemos que los salados sean dulces, el que más se consume en nuestro país es la concha. Tan característico es su capote, esa masa dulce de colores que lleva encima, que es imposible perderla de vista. 

Incluso podemos probarlas en distintas presentaciones como lo son las manteconchas y las donaconchas. Pero regresemos al principio. Los pueblos prehispánicos no consumían el pan, pues el trigo no era parte de su dieta. Todos los carbohidratos que necesitaban los conseguían del maíz. Es por eso que la gran mayoría de recetas mexicanas que provienen de ellos suelen ser con maíz. Como lo son los tamales, el atole, las tortillas… 

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Pero al llegar los españoles la alimentación también cambió, pues trajeron consigo el trigo, entre otros ingredientes, y exigían que su comida fuera lo más parecida a los platillos que se consumían en España. Por lo que en las cocinas se empezaron a mezclar sabores. Era común usar recetas españolas y adaptarlas a los ingredientes que se encontraban en el territorio del Nuevo Mundo.

Así que fueron los españoles los que trajeron la tradición de comer pan a México, pero los reyes de la panadería y repostería en el mundo son los franceses. Así que no fue sino hasta que ellos llegaron al país en los siglos XVII y XVIII cuando el pan se transformó. Los maestros pasteleros y panaderos trajeron consigo sus recetas, entre ellas el pan brioche, y el azúcar. Lo que cambió por completo la panadería. 

El brioche es un pan que se hace con harina de trigo, levadura, sal, azúcar, leche o agua, huevos y mantequilla. Todo esto le da mucho más sabor al pan, por lo que de ahí se comenzó a experimentar con esta receta base y nacieron muchos panes nuevos, en ellos, la concha. Su producción comenzó a partir del siglo XIX y se popularizó gracias a los “cafés de chinos” quienes servían la concha para acompañar el café con leche. Así que la gente iba a tomarse un cafecito y a chopear su concha en él. 

Hoy en día, podemos encontrar conchas de múltiples sabores y colores. Su capote tradicional de chocolate o vainilla se transformó en matcha, fresa, café y un sin fin de sabores. Su pan se hace con azúcar, huevo, leche, levadura, matequilla, vainilla, harina, manteca de cerdo y sal. Muy parecido a la receta original del brioche como pueden ver y su capote se hace con harina, vainilla, manteca vegetal, azúcar glass y cocoa o cualquier otro ingrediente que se le quiera poner. También podemos encontrar capotes hechos con mantequilla en lugar de manteca. 

Son fáciles de distinguir porque no llevan esos cortes que lo hacen parecer concha de mar, de ahí su nombre, porque la mantequilla no se presta para craquelarse como lo hace la manteca pero es, sin duda, igual o más rica que su versión original. Sin más, eso es todo, con esta entrada cerramos el mes patrio. Espero hayan disfrutado de nuestra historia, tanto como yo disfruté investigando y escribiendo estos artículos.