Cuando necesitamos endulzar nuestras bebidas solemos ponerle azúcar, revolverlo y listo. Normalmente no tenemos problemas para mezclar todo, pues la azúcar tiene propiedades higroscópicas. Es decir, que tiene la propiedad física de absorber y exhalar la humedad según el medio en que se encuentre. Lo que la hace estupenda para endulzar y humedecer muchas cosas.

Pero hay veces, y no me dejaran mentir, que al ponerle azúcar a una bebida fría no se revuelve bien y queda todo al fondo del vaso. La solución para evitar que esto pase es hacer un jarabe simple. Es ese líquido transparente que usan los baristas del Starbucks cuando pides una bebida fría. También se usa mucho en la repostería para humedecer los panes y darles algo de dulzura.

Puedes ponerlo en un dispensador de catsup para rosear el pan o pincelarlo con este jarabe. Pero no hay que abusar de él, pues pude hacer exageradamente dulce tu postre y al final estropearlo, y lo mismo pasa con las bebidas. Cabe decir que es una receta sencilla y neutra que puedes complementar con otros perfiles de sabor si quieres darle otra dimensión a tus preparaciones, pues es mucho más sencillo revolver dos líquidos que un sólido y un líquido.

Pero ¿cómo se hace el jarabe simple? Es una receta de 1:1, cantidades iguales de agua y azúcar. Así que si vas a usar una taza de agua (250g) debes usar la misma cantidad de azúcar. Pon en un cazo el agua y después la azúcar cuidando de no salpicar los costados del cazo. Si no puedes evitarlo, entonces toma un pincel, mójalo y pásalo por los costados para que no quede nada de azúcar. Presta atención en esto para que no se queme nada de más, pues esto puede arruinar tu jarabe.

Una vez listo ponlo a fuego bajo y deja que hierva. Lo que queremos lograr es que la azúcar se disuelva por completo. Sabremos que está listo cuando al remover con una cuchara y sacarla se quede cubierta de jarabe y si pasamos el dedo por el medio (tengan cuidado de no quemarse) para hacer una línea está debe quedarse por más de tres segundos. Si dejamos que espese un poco más será perfecto para cubrir el pan de un pastel o darle un brillo a una pieza de pan dulce.

Lo mejor de todo es que no tienes que controlar el tiempo o la temperatura con tanta precisión. Todo lo puedes hacer sólo observando el jarabe y cuidando que no se queme, es decir, no le quites los ojos de encima para asegurar que no se vuelva color caramelo. Para agregarle sabores lo que debes hacer es poner las hierbas cuando ya no veas los cristales de azúcar y dejarlo infusionando ya sea hasta que el jarabe este al punto que lo quieres y apagues el fuego o hasta que se enfríe.

Ten cuidado aquí porque puede amargarse el jarabe dependiendo del tiempo que lo dejes infusionando y de que ingrediente estés usando. Algunas ideas para darle sabor son romero, menta, albahaca, lavanda, raja de canela, vaina de vainilla, jengibre fresco, ralladura de naranja o limón, pétalos de rosa, etc.